Os pido que leáis con detenimiento mi articulo.
El Señor Trillo supernumerario del Opus, se ha visto claramente su falsedad y su falta de honradez en el accidente del avión militar, por tanto para mi no es un hombre de Dios que tanto presume el Opus.
Situados completamente en las antípodas estamos los de la teología de la liberación que fuimos muy perseguidos y sufrimos el martirio en Latinoameica y como muestra la muerte a tiros de mis compañeros Monseñor Romero y Ellacuria jesuita y perteneciente a la universidad de la Uca en el Salvador.
Miren señores míos el evangelio de Cristo es único y no es para nada descafeinado, es muy comprometido y los que predicamos ese evangelio arriesgamos nuestras vidas continuamente.
La teología de la liberación se puede decir sin pelos en la lengua: es la unión de Cristo y los pobres, es la unión del marxismo y el cristianismo, somos los que claramente decimos que hay ricos muy ricos, gracias a que hay pobres muy pobres. No estoy para nada de acuerdo con compañeros nuestros que empuñaron las armas, la única arma que usamos es la dialéctica, aquí si que somos agresivos.
Los mayores enemigos que hemos tenido los de la teología de la liberación de aquella época no fueron precisamente los paramilitares que estaban masacrando al pueblo y que mataron a nuestros compañeros por mandato de la oligarquía rica de aquel momento, como de cualquier momento.
Pero tuvimos dos enemigos dentro de la propia Iglesia Católica Apostólica y Romana y fueron el Papa Juan Pablo II y su lugarteniente el Papa Emérito Benedicto XVI que nos persiguieron sistematicamente. Esta Iglesia quiere santos no mártires y yo les digo a estos señores de mi Iglesia la única potestad de nombrar santos la tiene Dios. A mi que se nombre santo al Papa Juan Pablo II, cuando sabiendo que había casos de pederastia en las filas de la Iglesia y no lo denuncio, pues la verdad que no.
El cristiano debe vivir con Cristo y en Cristo y si llega el caso morir por El que morir por El es morir por los demás.
Alabado sea Jesucristo por siempre. Amen
JL