En la vida diaria hay hechos indiscutibles.
Por ejemplo, si dos personas observan una pelota de tenis, ambos aceptarán que es una esfera. O si lanzan una piedra, no podrán negar que volará por los aires y luego caerá al suelo.
Esos son "hechos" y conforman lo que llamamos "realidad". Son cosas que seguirán siendo ciertas, sin importar quién las observe, o incluso si nadie las observa.
El asunto, sin embargo, se complica cuando nos trasladamos a escalas nanométricas en las que, según la física cuántica, la reglas que rigen nuestro mundo parecen no aplicarse de la misma manera.
A ese nivel, suceden cosas extrañas que hasta ahora solo se han formulado de manera teórica, pero un grupo de investigadores afirma que, por primera vez, lograron demostrar en un experimento que a nivel cuántico no existen los "hechos objetivos" y que la realidad depende de quien la mire.