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sábado, 17 de abril de 2021

Sketch - Hasta Que La Suerte Nos Separe

Sebastián Amigorena, Director del Centro de Inmunoterapia contra el cánc...

El bioquímico argentino Sebastián Amigorena, inmunólogo, miembro del la Academie Des Sciences de Francia y Director del departamento Inmunidad y cáncer del Institut Curie, nos ha hablado en El invitado de RFI de la revolución que han supuesto sus investigaciones en la lucha contra el cáncer.

III DOMINGO DE PASCUA



LA IGNORANCIA. SALVARSE DE LA QUEMA

La ignorancia, dice el diccionario, es cualidad de ignorante, y es falta de conocimiento. Medita en este tercer domingo de Pascua sobre la ignorancia, que puede llevarnos a cualquiera a cometer atrocidades sin darnos cuenta, o a ser la causa de diversas adversidades. Experiencia de ella la tienen los celiacos que no descubrieron su enfermedad hasta muy tarde. Hay ignorancias difíciles o imposibles de salvar. Los seres humanos somos ignorantes con relación a las grandes cuestiones de la vida. El libro de los Hechos 3, dice: "Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia". En este texto, Pedro salva a los que colgaron a Jesús del madero, y también a los que lo consistieron con su silencio o su aprobación. Esta ignorancia no es nueva en la historia de la humanidad. Se repite en cada generación de mil maneras diferentes y se repite en tu vida. A pesar de que ‘la ignorancia no salva de cumplir las leyes’, sin embargo cualquiera recurre a su ignorancia para tratar de salvarse de una quema. También Mateo 25: “¿Cuándo, Señor, te vimos con hambre y te alimentamos, o desnudo y no te vestimos?” Existe la Ignorancia para el bien y la ignorancia para el mal. Jesús salva a muchos, como lo hace Pedro, las consecuencias de la ignorancia ante el mal infligido a su propia persona: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen". ¡Oh, Señor, la ignorancia, nuestra ignorancia, mi ignorancia! Jesús alaba una ignorancia ante los sabios y entendidos: "Te doy gracias, Padre, porque has revelado estas cosas a la gente sencilla”, ignorante. Y la ignorancia pone a la conciencia humana frente a los convencionalismos establecidos por los que dominan el mundo, la cultura, las ideologías. Esa es la peor ignorancia, la de quien pudiendo andar el camino del bien, sin embargo lo ignora y se deja llevar de la prepotencia, el poderío o el interés económico. ¿Cómo no van a saber las multinacionales que explotan a los niños y los pobres de muchos países haciéndoles trabajar a destajo por sueldos infames para aumentar sus ganancias? ¿O, acaso pretendemos ser hoy ignorantes del sufrimiento de los que trabajan injustamente tratados para que nosotros luzcamos el último modelo de zapatillas? ¡Ignorancia! A Jesús lo mató la ignorancia interesada de unos, y nosotros seguimos explotando y matando niños en las minas de coltán, material usado para que funcionen nuestros móviles. ¡Ignorancia!

ALEJARSE DE LA IGNORANCIA PERMANECIENDO EN LA LUZ DEL AMOR

Si te ves apretado, agobiado o empujado a la ignorancia ante las consecuencias del mal que destruye el planeta  y arruina la vida de los pueblos pobres, ábrete al buen espíritu de Dios, para recibir la anchura de su amor. Salmo 4: "Tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración. Hay muchos que dicen: ¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?" Cuando te distraes de la luz del Amor de Dios, corres el riesgo de estresar tu corazón y abrirte a la posibilidad de acciones poco sanas. De noche, 'todos los gatos son pardos', ante la ausencia de luz. O cuando te ves de lejos y con una luz tenue en el espejo, y sin acertar ya a ver tus arrugas, te engañas a ti mismo, viéndote con una apariencia joven. Ya nos avisó santa Teresa. Hay ignorancias que engañan, son interesadas y cierran los ojos de la verdad. Los intereses y los apegos ciegan. Solo la anchura del amor del Padre recuerda una verdad inolvidable: todos somos hermanos, todos somos sus hijos. Esta verdad, vivida, te devuelve el amor a la búsqueda de la verdad, a la práctica de la justicia y al amor mutuo, que no ignora el mal, que lo rechaza, y que goza recreando y provocando el bien común. 1 Juan 2 lo explica mucho mejor: "Quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él". Estar en Él es abandonar la ignorancia, es vivir en la luz de su amor y avanzar con ella con el corazón y con la inteligencia.

ALIMENTARSE DEL CUERPO QUE LA IGNORANCIA COLGÓ DE LA CRUZ

Lucas 24: "Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos. Vosotros sois testigos de esto". Los testigos, a los que el Señor abre el entendimiento, han sido elegidos para ser memoria viva del mal que provoca la ignorancia egoísta, ambiciosa e interesada. Saben que Cristo fue víctima de esa ignorancia política, religiosa y falaz, que es capaz de provocar la muerte y la destrucción. Pero Jesús nunca combatirá con armas ni odio. Aportará comprensión, amor, llamadas al cambio de raíz y a la conversión de las mentes, los corazones, las comunidades y las vidas. Los mismos apóstoles, a los que el Espíritu abre el entendimiento son el más bello ejemplo de lo que son las vidas que, abandonando la ignorancia, entran en las vías de un amor renacido, resucitado. Esa es la llamada que tú recibes hoy. El Resucitado, su Espíritu, en tu comunidad de fe y amor, te ayuda a entender y a vivir de un modo nuevo, despierto, humilde, consciente, y abierto a la creación de la comunidad viva y alimentada del Cuerpo que sufrió los envites terribles de la fiera que se esconde tras la aparente ignorancia.

Antonio García Rubio.