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Reconstruir Comunidad y relanzar lazos fraternos, tras los rotos emocionales que han dejado la pandemia, es uno de los desafíos que han abordado los sacerdotes de Cáritas Vicaría II, en un reciente encuentro celebrado. Han destacado, además, que “replegarnos en nuestros templos hace que los pobres no tengan expectativas de encontrar respuestas en nosotros".
Cáritas Madrid. 17 de noviembre de 2021.- Nos dicen los sacerdotes pertenecientes a Cáritas vicaría II que la pandemia ha sido “un gran dolor que nos ha visitado, que nos empuja a ser perseverantes en ese sufrimiento, alegres en la esperanza y diligentes en la caridad”.
Partiendo de esta premisa se han preguntado qué podemos hacer ahora, cuáles son esos retos pastorales ante la nueva realidad social. Y para ello se han reunido en este encuentro en que han participado 29 presbíteros en la parroquia San Juan Evangelista, con el Vicario Episcopal y con José Luis Segovia, Vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación.
Constatan que “la pandemia nos ha dejado tocados; estamos un poco raros, más cansados, con menos vigor y pasión. Una pandemia nos ha tumbado y sacado nuestras fragilidades”. Esta ha sido una vivencia traumática que emocionalmente nos deja confundidos. Y han diferenciado esta vivencia de la experiencia que es “la vivencia pasada por la cabeza y el corazón y en los creyentes, por la oración”. Y en este punto, si queremos salir a alentar a la esperanza, sobre todo de las familias más vulnerables, necesitamos pasar de la vivencia a la experiencia.
La Iglesia, y Cáritas Diocesana de Madrid como obra social de la Iglesia, tiene que dar respuesta a las necesidades de las personas más vulnerables y construir “una experiencia cristiana y una identidad integral, de expertos en caridad para volver a lo esencial: ser Iglesia de Jesús”.
Aquí los sacerdotes han asumido el compromiso de acompañar como elemento identitario de la caridad en la vida de la Iglesia. Y para ello es necesario trabajar en equipo, apoyarse unos a otros, salir a los barrios, dejar los templos en los que se han replegado, y estar con la gente. Han señalado que “replegarnos en nuestros templos hace que los pobres no tengan expectativas de encontrar respuestas en nosotros".
El encuentro ha concluido con la presentación, por parte de Santiago, el sacerdote coordinador de Cáritas Vicaría II, de las tres líneas fuerza en las que se trabajará desde la Vicaría: acercarse y dar respuesta a la realidad de soledad de las personas mayores; ofrecerles a los jóvenes cauces de compromiso a través del voluntariado social; acompañar y apoyar a las Cáritas parroquiales en su proceso de renovación, de sensibilización comunitaria, cuidado del voluntariado y coordinación con otros grupos del barrio.
Estos objetivos son la respuesta a la pandemia. “Toca reconstruir Comunidad, relanzar vínculos fraternos, escuchar y atender más y mejor las esperanzas y angustias de la gente; toca animar a la Comunidad y sensibilizar de la realidad social y de lo que Dios nos dice en medio de tanta ebullición”.