Varias empresas fueron creadas de forma ficticia con la única finalidad de contratar virtualmente a trabajadores, que a su vez utilizaban los contratos para posteriormente adquirir prestaciones públicas y subsidios por desempleo.
Yo ya no se que hacer sí poner a cada compatriota y yo incluido un chip antifraude, parecido al que llevan los perros, porque no hay un día que no salga a la palestra un fraude, no he visto un país con unos niveles de tan baja moral. Y todavía escucho ayer en un bar: "que también ocurre en otros países" esto es el consuelo de tontos y no nos damos cuenta que el fraude lo pagamos entre todos, menos los ricos pues así lo tiene estipulado el gobierno que tenemos. Si los demás se tiran por el viaducto nosotros también y yo me digo que espíritu tan bajo. JL