La 57ª edición del Salón Náutico Internacional de Barcelona, que cierra hoy sus puertas, se ha caracterizado por una sensación de optimismo generalizado entre expositores y visitantes. La gran actividad comercial registrada, los centenares de contactos de negocio establecidos, las novedades presentadas y el número de aficionados que han llenado los muelles de la Fusta y de España del Port Vell han hecho que haya sido una de las mejores ediciones de los últimos años.
Organizado por Fira de Barcelona con la colaboración de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (AENE), la innovación, la sostenibilidad y el emprendimiento han centrado esta edición, que consolida al certamen barcelonés como la mayor plataforma comercial y de divulgación de la náutica de recreo de España y una de las más importantes de Europa.
Y es que, con 275 expositores, 700 embarcaciones (171 en el agua), el certamen ha registrado en 2018 un crecimiento global del 8%. En este sentido, el presidente del Salón Náutico, Luis Conde, señaló que "en estos cinco días, se lleva a cabo un porcentaje muy elevado de las ventas anuales del mercado náutico español", lo que sitúa al salón de Fira de Barcelona como "el mejor evento ferial del sector de nuestro país, contribuyendo así a la recuperación que las empresas náuticas españolas están registrando en los últimos meses".