CAMINANTE Y LIGERO DE EQUIPAJE. La providencia del Padre cuida de ti y te entrena y prepara para que estés bien dispuesto a emprender el vuelo definitivo. La enseñanza del Maestro, Jesús, te permite vivir las pruebas y ensayos diversos que te madurarán, y fortalecerán tus órganos fundamentales para llegar a la meta. Con su sabiduría te facilita las experiencias necesarias, hasta verte preparado para el gran salto que te devolverá a la Casa Paterna, el hogar del que saliste. No olvides que eres peregrino, volandero y navegante, siempre de paso, en esta tierra que te ofrece cobijo y alimento, mientras te preparas para llegar a ser el que estás llamado a ser. Siempre peregrino. Siempre caminante, atento y preparado, ligero de equipaje, para afrontar el definitivo viaje al Padre. El Hijo, Señor y Maestro, compañero, va el primero delante de ti y de todos. Hebreos 4: "No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros". El Hijo ha venido a mostrar lo que el Padre ya dejó marcado en tu ser desde la creación del mundo. Todo está en ti. Jesús te ayuda a entender y desvelar el misterio que eres. Si grande es el Misterio de Dios, grande es también tu misterio como hombre.
SERÁS PROBADO. Las pruebas que recibes o te provocan están, en gran medida, referidas al sufrimiento. ¿Acaso puedes quedar fuera de esa rueda que tritura y purifica? Como dice Isaías 53, hay mucha gente triturada y renacida por el sufrimiento, aunque en diversa medida: "El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación". El misterio se clarifica cuando lo ves realizado, del mismo modo que en tu persona, en la persona del Hijo Amado, herido, maltrecho y triturado en la cruz. Y la enseñanza que nace del Crucificado es fundamental: No te asustes ante el dolor. No huyas. Afróntalo, te fortalecerá y te dará la entrada en la nueva vida. Contempla, en esta actualidad creciente que provoca más y más sufrimientos, la necesidad de asentarse en Cristo Jesús. Él tiene la virtualidad del Padre para darte seguridad interior, sentimientos positivos, anhelos de paz, capacidad para servir y entregarte, limpieza de alma, decisión para optar siempre por el bien, aunque todo se tuerza, se tergiverse o se derrumbe. Piensa en los habitantes de La Palma que todo lo pierden abrasado, en los desterrados o los que entran en pateras para atravesar mares de muerte; en los que perviven sin trabajo, sin salario, sin futuro; en los que ven agravarse su vida por la enfermedad o los peligros; en los que se ven separados de sus seres queridos por violencias o muertes inesperadas. Piensa en los que se arriesgan a lo peor con tal de ayudar o defender a otros. Triturados por el sufrimiento.
ACTUARÁS CON SINCERIDAD Y LEALTAD. Te queda siempre el consuelo de la Palabra, de la comunicación con Jesús, y con los hermanos que no dudan en ofrecer su palabra mediadora. Salmo 32: "La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales". El Salmo te lo muestra. Sinceridad y lealtad vienen de su mano. Las necesitas para confiar, superar el sufrimiento o afrontar el futuro. Sinceridad de corazón y lealtad en el servicio mutuo te son dadas por la Palabra de Cristo. Y también por las palabras de vida que te ofrece la comunicación fluida con tus hermanos. Reza, ora, trata con Cristo. La oración es "trato de amistad" con Él. Recupera también el buen trato de amistad, de proclamación de palabras vivas, con tus hermanos y amigos. Date en amistad, y recibirás comunicación y amistad de tus hermanos. Todo está interrelacionado. Lo divino y lo humano. Y ahí están las bases para que todo sufrimiento triturador, el que a ti te ocupe o preocupe en cada momento, tenga la salida digna del discípulo de Cristo. Tú con todos, entregados, formando todos un Cuerpo, todos relacionados, en participación, en comunicación y en Comunión. E, Iniciándote en Sinodalidad en este domingo, con toda la Iglesia, en tu diócesis.
Y BEBERÁS EL CÁLIZ DEL SEÑOR. Marcos 10: "El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar. El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos". El Evangelio del domingo te pone en el lugar que te corresponde como bautizado. Beber el cáliz del sufrimiento con la paz y la armonía de quien sabe que "en la cruz está la vida y el consuelo"; y renovar a cada paso el bautismo de un agua que te limpia y purifica por dentro, y de un Espíritu que te enciende en amor y en disponibilidad para hacer de la vida una ofrenda de amor y de servicio. El Hijo del hombre no ha venido, tú tampoco, a que te sirvan, sino a dar tu vida por amor a todos. Así sabrás convivir con el dolor, y se te acabará tornando en una bebida dulce como la miel, en la bebida del Paraíso.
Antonio García Rubio
NOTA FUNERAL. Ante la pregunta de algunos de amigos, me permito indicar que el funeral por mi hermana Victoria, será el viernes 22 de octubre, a las 19:00 horas, en la parroquia de Guadalix de la Sierra.