
Rafael Nadal quiso ofrecerle a su tío Toni la mejor de las despedidas. Lo hizo proclamándose campeón del Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam de la temporada. El balear se impuso en tres sets, 6-3 6-3 y 6-4, ante el sudafricano Kevin Anderson, que este domingo disputaba la primera final de un grande en su carrera.
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