
Las pruebas científicas realizadas por un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica Nacional de Atenas (Grecia) han demostrado que los materiales de construcción de la supuesta tumba de Cristo datan a la época romana y que, por lo tanto, la sepultura sobrevivió a la destrucción que sufrió el lugar hace 1.000 años, según detalla un reportaje exclusivo de National Geographic. La Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén fue totalmente destruida en 1009 y posteriormente reconstruida, haciendo a los científicos preguntarse si este era realmente el sitio identificado como lugar de sepultura de Cristo por una delegación que fue enviada desde Roma hace unos 17 siglos, señala el medio.
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