
Se dice que las propinas se originaron en la Inglaterra del siglo XVI cuando los huéspedes dejaban dinero para los empleados de sus anfitriones. El fenómeno ha fascinado por mucho tiempo a los economistas. Pagar más, a pesar de que no estamos obligados a hacerlo, parece ir en contra de nuestro propio interés. La práctica se ha extendido por todo el mundo. Pero cualquiera que haya viajado sabe que las costumbres que rodean a las propinas (cuándo darla, cuánto, a quién y por qué) difieren de un lugar a otro. En Estados Unidos, es costumbre darle entre un 15% y 25% a un camarero; en Brasil, 10%, en Sueciaentre5% y 10%. En Japón es tan poco común que es casi tabú y a veces puede llevar a la confusión sobre quién ha dejado dinero y por qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario