
La bióloga marina Nan Hauser contó como un cetáceo de 22 toneladas la protegió de un tiburón tigre durante una expedición en las Islas Cook. Primero la ballena la puso sobre su cabeza y luego la escondió bajo su aleta cuando la investigadora no se había dado cuenta de que había un tiburón merodeando por allí. Las espectaculares imágenes de una ballena jugando con delfines en la costa de Australia Hauser cree que es el primer caso registrado en el que una ballena jorobada protege a un humano.
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