Main channels, clicking on these links you arrive ok

viernes, 13 de abril de 2018

DOMINGO III DE PASCUA


“La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros”, dice Noam Chomsky. Y Hechos 3 recalca: "Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos". Un texto iluminador para este tiempo de ‘posverdad’, que es, según la RAE: “la distorsión manipulada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos, dice, son maestros de la posverdad”. Engatusados por palabras modernas, edulcoradas y cacareadas por los Medios, esto de la ‘posverdad’ no es nuevo; ha estado siempre presente en la historia.
La posverdad indica el blanqueo de la mentira, que todo lo manipula, lo confunde, lo oculta, lo vuelve malintencionado o lo parcializa. La historia está cuajada de posverdad, es decir, de mentiras y engaños manipulados. Los demagogos presentan la mentira podrida como una acreditada verdad. Grave pecado.
Todo vale con tal de conseguir determinados intereses. En Jesús lo hemos visto con la petición de su muerte por una multitud manipulada. Y lo vemos en el martirio diario de las minorías cristianas, los refugiados abandonados o los inocentes gaseados. Todo se justifica, se manipula o se tergiversa dependiendo de los intereses.
"Sin embargo, hermanos, dice Hechos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo". La aportación de los primeros cristianos perseguidos da pistas: ¿Sólo nos queda la impotencia, la rabia, la denuncia o el silencio? Miremos y escuchemos al Resucitado para nuestro bien. Recibamos su enseñanza con limpieza de corazón y valoremos la historia desde Él.
Nosotros también conocemos la ignorancia. 1 Juan 2: "Quien dice: ‘Yo lo conozco’, y no guarda sus mandamien­tos, es un mentiroso." Sabemos de ignorancia y de mentiras. Nadie está libre. Reconozcamos nuestra ignorancia. Es el paso para desmontar la mentira, la posverdad, como modo de vida. Entra en ti, reconoce tu ignorancia y pide perdón. El Papa lo acaba de hacer con Chile.
Ora con el Salmo 4: "Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío”. Entra en la sabiduría de la verdad; aléjate de la posverdad, de la mentira; sana las heridas de tu corazón manipulador y disponte a alentar lo mismo en tus hermanos. Y ahí, desvelando la mentira, avanza en el conocimiento del don de Dios: “Tú que en el aprieto me diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración." Preciosa expresión. ¿Encontrar anchura en el aprieto? Lo necesitas. La mentira coloca en tal aprieto de falta de autenticidad, que necesitarás anchura y nuevas alas para volar confiado, reconocer tu ignorancia y dejarte hacer por el camino de la conversión. Él te abre el camino, te convierte en testigo de la verdad. Lucas 24: "'Entonces les abrió el entendimiento... Vosotros sois testigos de esto."
El Papa nos ayuda a salir de la ignorancia, como discípulos, por la vía de la santidad en una nueva Exhortación Apostólica (Gaudete et Exsultate). Y dice: “Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales; enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús; cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos; amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo; viviendo con alegría tu entrega. El Señor nos llama a todos a la santidad, también a ti.”
Y no ignores la gran masa de excluidos y miserables, como los Rohinyá que han sobrevivido a Birmania y afrontan los riesgos del monzón. Los 700.000 miembros de esta minoría huidos, se preparan para la temporada de lluvias, que puede ser mortal para muchos. Y tampoco ignores a los casi cuatro millones de parados en España, a los que la Iglesia en Madrid dedica hoy su oración y su solidaridad.
Antonio García Rubio

No hay comentarios:

Publicar un comentario