La misión GRACE-FO de la NASA ha despegado con éxito este martes de la Base Aérea de Vandenberg, en California (EE.UU.), con el objetivo de trazar las líneas maestras de una administración óptima de los recursos hídricos de la Tierra.
El despegue del cohete Falcon 9 se llevó a cabo a las 12.47 hora local (19.47 GMT), tal como había previsto la agencia espacial estadounidense tras el intento fallido del pasado sábado.
Dos satélites idénticos, que orbitarán la Tierra a unos 220 kilómetros de distancia, medirán durante al menos cinco años los cambios mensuales de la masa acuática de los océanos y las capas de hielo para determinar de qué manera está afectando el cambio climático a la Tierra.
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