La última creación germana se llama Shu y tiene 136 metros de eslora. Desde principios de año, la embarcación de lujo lleva realizando pruebas de mar, pero su nuevo propietario deberá esperar hasta el próximo invierno para disfrutarlo con larga travesías. El diseño de esta este megayate, que se convertirá en el decimoquinto más grande del planeta, lleva la firma de uno de los genios de la industria náutica, Espen Øino. La firma planteó en esta ocasión un proyecto más que especial con una manga flotante de 20,5 metros sobre la que se levantan varias cubiertas con una configuración para permitir la entrada de luz al interior del casco.
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