Un equipo científico ha detectado las ondas gravitacionales que resultaron de la mayor colisión de agujeros negros jamás observada y que formó un nuevo agujero negro 80 veces más grande que el Sol, han informado fuentes académicas.
Esta y otras tres fusiones de agujeros negros han sido detectadas por un equipo internacional en el que participan el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser (LIGO) de Estados Unidos y la Universidad Nacional de Australia (ANU).
La fusión del sistema binario de agujeros negros fue detectada el 29 de julio de 2017 a más de 9.000 millones de años luz y dio como resultado el agujero negro más grande conocido, indica la universidad australiana en un comunicado.
"Este evento también tuvo los agujeros negros girando a la mayor velocidad en todas las fusiones observadas. Es también de lejos la fusión más distante que ha sido observada", dijo Susan Scott, física de la universidad australiana.
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