Andreas Homoki lleva el “Nabucco” de Verdi al Teatro de ópera de Zúrich. Bajo la batuta de Fabio Luisi y con magníficos coros, un casting excepcional interpreta esta obra desgarradora: un canto a la libertad de imponente fuerza visual, que revela el juego entre amor y poder.El famoso coro de los esclavos “Va, pensiero, sull’ali dorate” es el clímax del “Nabucco” de Giuseppe Verdi: los hebreos lamentan que los babilonios destruyeran Jerusalén, y haber sido sometidos al yugo del todopoderoso y prepotente Rey Nabucco. El compositor italiano parte de este conflicto hebreo-babilónico en el año VI a. C. para crear un drama sobre el destino del ser humano.
Abigaille, en principio hija de Nabucco, averigua que es en realidad una esclava. Esta heroína operística encarna la individualidad y la contradicción psicológica que caracterizan a los personajes clásicos verdianos.
Igualmente fascinante es el personaje de Nabucco, megalómano opresor del pueblo hebreo, que se convertirá finalmente en un ferviente servidor de su Dios. Tras una profunda crisis existencial, provocada por la muerte de su primera mujer y de sus dos hijos, y el fracaso de la ópera "Un giorno di regno", Verdi consiguió con “Nabucco” el aplauso del público de la Scala de Milán en 1842.
Fabio Luisi dirige esta representación que cuenta con la soprano Anna Smirnova en el complejo papel de Abigaille, y con el barítono Michael Volle como Nabucco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario