No hay que negar a Jesús el magnánimo sentido del humor que derrocha ante todos sus oyentes y discípulos. Cada domingo nos presenta un nuevo hito de crecimiento espiritual y comunitario, a contemplar y a desarrollar. Y eso es algo que resulta ser una contradicción con la moda, con una sensata negación de sí mismo, con un enfrentamiento con nuestras aspiraciones mundanas o con nuestro anhelo de buen vivir, o de vivir superfluo.
Abrochaos los cinturones, tomad aire, relajaos, leed, o escuchad en la misa dominical, la propuesta del evangelio de Lucas 14: "Cuando te conviden a una boda, vete a sentarte en el último puesto. Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Y, cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos." La propuesta, desde un punto de vista meramente humano, es una verdadera locura, siempre lo ha sido, pero mirada desde el individualismo aburguesado que nos caracteriza, no nos apetece siquiera escucharla. Eso les sucede a hedonistas y gentes de buen vivir, cuando se ponen ante Jesús y su Evangelio con nula formación de conciencia o con una conciencia guiada por la codicia o el lucro.
Jesús te pide, con buen humor, mucha psicología, y sobrado conocimiento del ser humano y del camino que conduce a la renovación y la Vida; algo, que en nada se asemeja a lo que te apetece, atrae o te mantiene como un buscador obsesivo. Te pide lo contrario a tus deseos ocultos, a tus pasiones, que actúes de otro nuevo, guiado por la fe y la gracia, por la confianza en lo que no se ve, la voluntad de Dios, y en aquello cuyo resultado ignoras. Una verdadera ganga de mercado. Te dice: “Sé el último”. No apetezcas ser el primero. No busques el honor ni el aplaudo de nadie. Busca el modo de quedarte con lo que te humilla; regala vida y bienes a quienes no puedan pagarte. ¿Se le puede pedir más a uno? Es posible que no, pero no con mayor claridad. Esto supone un cambio radical. Te da la vuelta al calcetín. ¿Lo podrás realizar?
Eclesiástico 3 apunta maneras: "En tus asuntos procede con humildad. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque revela sus secretos a los humildes." Esto dice Dios acerca del camino de tu Salvación, que se esconde tras la puerta estrecha, que da salida al laberinto de tus pasiones. Pero el camino retrocede y no avanza si utilizas las sendas que te fuerzan a recorrer los poderes sin corazón, manipulándote y prostituyéndote. La llamada de Dios se dirige a tu corazón humilde; a ti que te estrechas o te estrechan la vida; a ti que te abajas o te abajan; a ti que muerdes el polvo amargo de cada día, o que resultas humillado por buscar la humildad que pide el Señor.
Tú, y los pequeños, acabáis encontrando la revelación de Cristo y la amorosa relación de hijos que se saben amados por el Padre Dios. Venid a mí, amigos y hermanos, que confiáis en la Palabra de mi Padre; vosotros que me visteis con hambre y me alimentasteis, o me encontrasteis tirado en la cuneta de vuestra ciudad y me auxiliasteis y sanasteis. Venid. Ven. "No corras a curar la herida del cínico, pues no tienen cura, es brote de mala planta." Es decir, no te pierdas haciendo lo que no es. Algunos sólo piensan en sí mismos, y dejan crecer el mal. Esos pasan al vacío y al abismo hasta encontrar la conversión. Dios vive para que los hombres vivamos. Esa es su gloria. Y, por eso, ha abierto la vía de su morada, para que nos encontremos en Él, que nos protege en esta tierra. Él, con nosotros, prepara acogida, calor y amor para tantos hijos mendigos, aventureros y confiados, como salen a los caminos. Él sale a nuestro encuentro. Y te pide a ti salir al encuentro de tus hermanos, y prepararles una morada de dignidad, de libertad, de trabajo digno y de seguridad ante sus adversidades. Salmo 67: "Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos. Y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres."
Hebreos 12: "Os habéis acercado a la congregación de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador Jesús."
1.- Tu gran drama como creyente cristiano está dentro de ti. Contémplate y mira lo que dicen de ti.
2.- Un hombre o una mujer de fe saben que su tarea primordial es escuchar a Dios y a su comunidad, para así entrar en el campo magnético de la gracia, que el Espíritu Santo derrama sobre su pueblo.
3.- Fuera de tu humilde escucha, y del don del Espíritu de Jesús, que es la gracia, todo lo religioso puede ser un error descabellado y un engaño de tu mente manipulada por el ego. Por eso, lo primero y principal es que tu fe nazca y se desarrolle dentro de una comunidad de hermanos, que te disciernan, y con quienes te contrastes; así te acercarás a la congregación de las almas de los justos que han alcanzado la Meta: Jesucristo.
4. No hay otro camino. Lo que se salga de ahí, será de tu cosecha, fruto de una religión manejada por tu ego. Por eso hay enfrentamientos, visiones contrapuestas, ausencia de Comunión, soflamas y mentiras. Escucha, ora y sitúate en la gracia. Fuera de ella encontrarás de todo, pero también artificio, mundanidad y vacío. Y mantén el buen humor.
Antonio García Rubio.
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