Las fiestas de San Fermín 2022 llegan a su fin este jueves con el octavo encierro, en el que los toros de la ganadería Miura perseguirán a cientos de corredores por las calles de Pamplona. Los legendarios toros sevillanos causan miedo y respeto solo por su nombre familiar, su imponente estampa y sus bien armadas testas. Suelen ser animales veloces, nobles con los corredores y obedientes con los cabestros.
Se trata de seis morlacos de entre 520 y 625 kilos, tres de ellos colorados, un sardo, un cárdeno oscuro mulato y un negro, todos ellos nacidos entre diciembre de 2017 y enero de 2018. La de Miura es la ganadería que más participaciones suma en el encierro, 53 hasta hoy, y su comportamiento en la carrera no suele dejar heridos por asta, si bien en su última visita, en 2019, fueron tres los corneados.
Por la tarde, por primera vez en la historia del coso pamplonés, un torero lidiará en solitario a los seis toros que corren el encierro. Será el mallorquín Antonio Ferrera. La jornada concluirá a medianoche en la plaza Consistorial, cuando el tradicional Pobre de mí pondrá fin a las fiestas de San Fermín hasta el año que viene.
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