En mi vida ha habido dos momentos importantes. Uno en el que conocí a la que hoy es mi esposa y fue cuando llevaba la juventud en el Centro de la Parroquia de San Ildefonso, ahí tuve la labor de sacar a muchos chavales de la calle (en años posteriores también saque a jóvenes de la droga) por iniciativa mía y crear actividades recreativas para ellos, nunca estuvo el centro tan lleno de jóvenes como conmigo, tuve el reconocimiento de los sacerdotes de la parroquia.
Otro momento importante a raíz de la primera comunión de mis hijos impartí en la misma parroquia la catequesis para niños que iban a hacer la primera comunión. No hacia nada mas que hablar de Jesús y había una niña un poco disminuida que yo me encariñe de ella, precisamente esta niña al recibir su primera comunión pidió por mi en su misa. Hoy todavía me encuentro a jóvenes escondidos en su barba que me miran con ojos abiertos y mirada profunda, y me acuerdo que les había dado catequesis, pienso y reflexiono ¡qué habré transmitido para recibir esa mirada!, no ha sido otra cosa que a Jesús, en el que creo firmemente. JL