El reconocimiento facial es una de las aplicaciones más concretas de la inteligencia artificial. Su aplicación comercial y policial acarrea problemas éticos. En China, un experimento que consiste en observar el comportamiento social de los ciudadanos y atribuirles puntuajes se acerca a lo que muestra la película 'Minority Report', o de la serie de anticipación 'Black Mirror' en la que todos los individuos reciben una calificación en función sus acciones cotidianas. Ya actualmente muchos de nuestros gestos anodinos como hacer compras en línea, subir fotos a las redes sociales o utilizar nuestra tarjeta de transporte colectivo permite a las empresas rastrearnos e incluso predecir nuestros comportamientos. Lo hacen gracias a los algoritmos, herramientas de cálculos informaticos que detectan nuestros rostros en Facebook por ejemplo. Si alguien sube una foto mía a facebook sin mi consentimiento, la red social es capaz de detectar mi presencia en esta foto, gracias a la identificación facial.
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